domingo, 4 de noviembre de 2012

El centésimo nombre

Cuenta el Corán que hay 99 formas de llamar a Dios, pero habría una centésima, un nombre escondido cuya invocación serviría para ganar los favores del cielo en los momentos dramáticos en los que se teme el fin del mundo. Esta es la trama argumental sobre la que se asienta El viaje de Baldassare (Alianza Editorial, 2001), del libanés Amin Maalouf, novela que tiene por protagonista a Baldassare Embriaco, un comerciante de antigüedades del siglo XVII, que viajará por todo el Mediterráneo tras un libro mítico, El centésimo nombre, de Abu-Maher al-Mazandarani, obra que revela el último nombre de Dios, manual que apenas se puede leer y que deja poco menos que ciego a quien lo intenta. Un libro que encierra toda la sabiduría y que resulta clave para salvar uno de los momentos críticos de la historia de la humanidad, 1666, más conocido como el Año de la Bestia (AÑO/CERO, 166). Según las profecías apocalípticas, el fin del mundo acaecería en un año que contuviera todos los años: el 1666, según el alfabeto numérico romano.

Al término del siglo XVI y comienzos del XVII, muchos pensadores empezaron a sospechar que los acontecimientos que estaban ocurriendo ante sus propios ojos eran los que traían consigo el principio del milenio, el regreso de Cristo como Mesías político y el comienzo de su reinado milenario en la Tierra, que había de ser precedido o bien seguido por el Día del Juicio, cuando se salvarían los auténticos creyentes reformados. Diversos hechos políticos fueron interpretados como señales de que Dios estaba actuando en la historia, allanando el camino a los gloriosos acontecimientos milenarios: el declive del todopoderoso imperio español a manos de potencias emergentes, el final de la Guerra de los Treinta Años o la unión de las coronas inglesa y escocesa, fueron algunos de los hechos históricos considerados. Esta nueva manera de describir los símbolos y profecías de las Escrituras, especialmente en los libros de Daniel y el Apocalipsis, relacionándolos con personajes e instituciones históricas, hizo que se considerasen los acontecimientos políticos y sociales de la época como los penúltimos pasos que se darían antes del advenimiento del milenio y el establecimiento del «Quinto Reino» pronosticado por Daniel, que conllevaría la identificación y derrocamiento del Anticristo, la reunión de las verdaderas Iglesias cristianas, la conversión de los judíos, la reaparición de las Tribus Perdidas de Israel,
la reconstrucción del Templo de Jerusalén y el restablecimiento de los judíos en la Tierra Santa.

A través del viaje de Baldassare, somos testigos de las diversas corrientes milenaristas que sembraron el mundo del año 1665, así como de la búsqueda de uno de esos libros sobre los que fabulan sabios, locos, fanáticos y bibliófilos. 
 

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