domingo, 30 de septiembre de 2012

La biblia de Lucifer: Eclesiastés

Juicio a Dios
1. Nada de lo que existe, existió o existirá, en absoluto ningún ser ni del mundo visible ni del mundo invisible, podrá jamás borrar el hecho de que bajo la soberanía de Dios, a su vista y en sus narices, se han cometido los más atroces actos, injusticias, humillaciones, torturas, traumas, agobios, dolor y sufrimientos, aun más de los que cualquiera pueda soportar, sobrepasan las fuerzas de cualquiera, algunos han pedido morir, algunos se han quitado la vida, el dolor es mayor cada día.
2. El sufrimiento nos ha tomado por sorpresa, se supone que no estábamos creados para soportarlo, en una existencia gobernada por Dios. Es pues Dios el único y directo responsable de todo sufrimiento que ocurre, independiente del medio por el cual este sufrimiento se manifieste, independiente de quien lo cause, de quien lo lleve a cabo.
3. Ha creado seres con carencias, con su propósito, seres que se cansan y agotan, se quedan sin fuerzas, que padecen hambre y sed, frío, necesitan dormir para reponer fuerzas, los ha creado totalmente dependientes de él, necesitan respirar aire y beber agua, cosas que solo Dios puede proporcionarles.
4. No son reflejo ni imagen de Dios, pues tienen necesidades, carecen de una real libertad, ninguno puede hacer más de lo que Dios les ha predestinado que hagan.
5. Dios mismo en el corazón de cada criatura dispuso el buscarle, amarle, u odiarle. Incluso en mi caso, no sé si ahora odio a Dios por mí mismo o es que él así lo desea.
6. Durante cada minuto en la soberanía de Dios se van permitiendo abusos, los más fuertes someten a los más débiles, unos pocos insultan con su riqueza la miseria de muchos, el lujo con el que viven los menos, despierta la envidia y celos de los que son más.
7. Es durante el gobierno de Dios que han sucedido guerras, en el cielo y en la tierra, matanzas de hombres, mujeres y niños. Lactantes y vírgenes son sacrificados vivos a dioses, porque también abunda la ignorancia y la falta de conocimiento. Es Dios quien permite que su creación se corrompa.
8. Sabemos que Dios tiene el poder, si quisiera, de mejorar todo en un par de segundos. Hubiese en un principio creado seres sin la necesidad de alimentarse, seres que no se agoten físicamente, que no necesiten dormir. Hubiese creado seres que no necesitasen matarse unos a otros para alimentarse y existir, la naturaleza la hizo Dios. Cada animal mata a otro por el derecho de vivir, y si no lo hace, si no cumple con el designio de Dios, muere irremisiblemente. Lo mismo que para animales, es para el hombre. No hay descanso para aquellos que habitan bajo el sol, ni para los que habitamos por sobre el sol.
9. Quién se atrevería a insinuar que no vienen de Dios tanto los bienes como los males. Solo Dios es, no hay nadie como él, él está sentado solo en su trono, como único Dios, no le pide consejos a nadie, nadie le

puede pedir cuentas, es el único y solo creador, no hay dioses junto con él. Es el soberano de la creación.
10. Es Dios el que hiere y él mismo quien sana, nadie puede escapar de su mano. De su poderosa mano. Si escaparas hacia el centro de la tierra, él cavando te encontraría, aun de la misma muerte te sacaría, el abismo no es demasiado hondo para él.
11. Nada borrará el hecho de que ha existido el sufrimiento, en las narices y a la vista de Dios.
Argumentos
12. Han tomado a una madre que está encinta hace ya cuatro lunas, recostada boca arriba con sus piernas levantadas le introducen aparatos de metal por entre sus piernas, por en medio de la matriz el frío instrumento toma al niño que aun no ha nacido, las partes de metal presionan el delicado cuerpo del niño, rompe sus huesos, corta sus diminutos miembros, lo sacan por pedazos del cuerpo de su madre, sangre, dolor en los ojos de los ángeles, lágrimas de plata, pero ninguno se atreve a abrir su boca, esto sucede mientras Dios solo mira, mientras el soberano gobierna.
13. Un hombre acusado de insultar a Dios por haber dicho que la tierra gira alrededor del sol, de espaldas en el suelo, sobre él han puesto una tabla de madera ancha que cubre su cuerpo, sobre la tabla por cada súplica de un falso sacerdote se coloca una enorme piedra, conforme crece el número de piedras, aumenta el sufrimiento, el pecho del hombre cede ante el enorme peso, se quiebran sus costillas, por su boca cae un hilo de sangre, no entiende las falsas acusaciones, en sus ojos hay dolor, en el cielo hay silencio.
14. Un niño desde pequeño comienza a construir con esfuerzo su casa, corta durante los inviernos árboles para conseguir la madera, durante el calor del verano arma poco a poco su casa. Han pasado los años y se ha vuelto mayor, celebra junto a su mujer e hijos en el interior de su hermosa casa comiendo y bebiendo, con mucho esfuerzo a conseguido construir sus sueños. En el cielo los ángeles enmudecen al ver la tormenta que se acerca terrible desde el norte, misma que destruirá la casa junto con cada miembro de la familia, morirá cada uno de ellos, lo sabemos todos.
15. Es una niña de seis años, hermosa, su padre la mira, están solos, el deseo sexual depravado del padre comienza a sobrepasarle, están solos en el campo, ahora solo Dios, o un ángel, podrían evitar lo que nadie más puede impedir : la niña perderá su virginidad. El padre solo con la muerte de la niña ha podido ocultar su acto depravado, en el cielo hay silencio, en la tierra una niña más ha sido degollada.
16. El dios del volcán se ha enfurecido, echa humo por su boca, necesita de un virgen cuerpo para calmar su ira. El sacerdote exige una joven virgen, hermosa, el pueblo se la ha entregado. La joven tendida sobre el altar cree estar rindiendo un servicio a su dios por bien de su pueblo, por eso no trata de escapar, el cuerpo de la joven es atravesado

por un filoso puñal, el sacerdote levanta el corazón aun palpitante de aquella joven, en el cielo, silencio.
17. Tampoco se le cuestionó a Dios nada el día en que miles de recién nacidos fueron arrojados al río Nilo como alimento para los cocodrilos.
18. El sol que quema las espaldas de los esclavos, de obreros en el campo, los fríos hielos que acaban con el ganado, la lluvia que acaba con las siembras, las tormentas que destruyen viviendas. Todo y cada una de estas cosas ocurren en perfecta armonía con los deseos de Dios, cada hoja que cae al suelo está en perfecta armonía con el plan de Dios. Nada ocurre sin que Dios así lo haya dispuesto.
19. Por deleite el asesino ata a su víctima en cruz, le hace una incisión en el bajo vientre, corta su intestino, aun estando viva la víctima puede observar cómo seis metros de su intestino son colgados en el techo. Luego y aun con vida le arrancan una por una las uñas de manos y pies. En sus antebrazos han clavado veinticuatro clavos, en su lengua han puesto hiel y sal, por el orificio de su ano han introducido un puñado de gusanos. La víctima pide morir, con el tiempo ya ha muerto, no sin antes sufrir de forma innecesaria. En el cielo no se ha visto mayor sufrimiento, vieron esto y mucho más. Hay alguien en el cielo que aun cuando le piden misericordia para morir en forma rápida, no escucha, está sordo.
20. La mujer fue acusada de hechicería, ha sido amarrada a una estaca, le han puesto fuego a sus pies con leños, el fuego quema su piel, ella grita desesperada, la muerte tarda en llegar, ha tenido tiempo de sufrir más allá de lo soportable, el sufrimiento es su realidad, y la realidad en el cielo : todo es silencio.
21. Dios creó seres con la capacidad de sufrir, no fueron creados a prueba de fuego, el agua los ahoga, el hielo los congela, al tiempo sin alimentarse y mueren con un cuerpo flaco y despellejado. Sangran sin cesar, las fieras los devoran, necesitan respirar, los instintos que Dios les ha incrustado les hacen cometer aberraciones inimaginables, aberraciones sexuales, ambición, muerte, si caen desde lo alto de un árbol su cabeza impacta el suelo y salen desparramados sus sesos. Conforme avanza su edad es peor, cada día se acercan a su muerte, esto si Dios no los mata antes de llegar a la terrible vejez.
22. En el calabozo se han encerrado a dos ladrones, buscaban comida para sus familias entrando escondidos a la casa del rico. Los han encerrado sin comida, al pasar los días cada uno busca devorar a su compañero, el que lo ha logrado de todas formas muere de hambre cuarenta días después. En el cielo, silencios. He visto a todos aquellos que se afanan bajo el sol, las mujeres buscan la eterna belleza, se bañan en agua de rosas y cuidan su piel con leches. Los varones ejercitan su cuerpo y tornean sin cesar su musculatura, los otros se hacen cultos y miran hacia abajo a los que no han aprendido a leer. No hay tiempo para todo, al que ha muerto en menos de dos años de vida no ha tenido tiempo para abrazar, ni tiempo para amar, ni tiempo para haber sido bueno, ni tiempo para haber sido malo. Quien muere antes de nacer no tiene tiempo para recoger, no tiene tiempo para desparramar, quien muere antes de los seis años no tiene tiempo de construir. Uno planta un

árbol que dará fruto dentro de ciento veinte años, otro comerá ese fruto. No hay tiempo para cada cosa que sucede bajo el sol. No hay tiempo para conocer la redondez de la tierra, ni sus lagos, ni sus montañas, ni sus paisajes. No hay tiempo para conocer cada ser viviente que existe en la tierra, no hay tiempo para conocer a cada monstruo marino. No hay tiempo para oler cada flor del campo, no hay tiempo para alcanzar la cola de la serpiente, no hay tiempo para dar nombre a cada estrella del cielo, no hay tiempo para amar ni odiar a cada ser. No hay tiempo para terminar, ni tiempo para empezar.
23. Los ha creado a todos con un propósito, eso piensa cada uno como consuelo, pero acaso piensa por sí mismo o es otro pensamiento incrustado en la mente de cada ser vivo, que ha incrustado a la fuerza su Dios de acuerdo a su magnífico plan.
24. Es Dios mismo quien me ha impulsado a odiarle, él me ha remecido el corazón, él destruyó conforme a su propósito toda esperanza, no hay marcha atrás. Y cuál ha sido el argumento que Dios utiliza :
25. Ojo no ha visto, ni oído ha escuchado lo que Dios en su mente está preparando para los que en él confían, para los que le aman, solo deben creer en él.
La teoría se hace realidad
26. Pero no importa qué prometa Dios para quienes acepten su proceder ciegamente y sin reclamos. No importa que reparta paraísos, edenes o el cielo entero, que regale eternidad, no existe cosa ni existirá, que nos haga olvidar todo el sufrimiento, la crueldad, la paciencia perdida. Ni todas las riquezas, los manjares frutales más deliciosos, ni el mismo trono del cielo serán suficientes para comprar el olvido de cada atropello y abuso, disgusto y dolor, sufrimiento y angustia que hemos soportado durante nuestra corta y amarga existencia. Por favor Dios, elimínanos completamente, has que jamás hayamos existido, bórranos aun de tu recuerdo, acaso no eres todopoderoso.
27. En verdad, en cuanto a tiempo, unos cuantos milenios de sufrimiento no son comparables con una eterna felicidad que prometes, Dios. Pero aun así existirán quienes no podrán olvidar el sufrimiento ajeno, ni el propio sufrir. Es olvido lo que estás preparando para los que te aman Señor. Si es así, es mejor eliminar todo, para qué hacer vivir cosas que luego ibas a borrar, hacer sufrir de forma innecesaria. Es mejor que comiences desde cero, eres soberano, comienza nuevamente tu juego, y no recuerdes jamás lo que has hecho.
Hechos
28. Cada día los hombres bajo el sol se afanan para nada, amasan fortunas para luego perder todo a la hora de morir. Las damas gastan hasta lo que no tienen en ritos por la vanidad de conservarse jóvenes y bellas, hasta que de todas formas los estragos de la vejez las alcanzan. El llanto de los niños con hambre no evita que los ricos se bañen en

leches. El dolor de una madre no evita que los reyes se la pasen en banquetes suculentos y malgasten sus riquezas en diversiones de títeres y payasos.
29. Hago mención de las terribles enfermedades sin cura, pues Dios creó cuerpos animales y humanos que son frágiles, a los espíritus de la rebelión poco les cuesta entrar en el cuerpo de los hombres y desordenar lo establecido por Dios, pero aun esto es permitido por Dios mismo. En el mismo vientre de la madre se destina que un niño ha de nacer ciego, mudo, sordo, o cojo.
30. Y quién se atreve a decir que un pajarillo del campo cae a tierra por su cuenta y que no está siendo supervisado y determinado este hecho por el mismo Dios que todo lo controla.
31. Sí, yo mismo, Lucifer, el más siniestro y oscuro, he causado males sin número, mis compañeros en la rebelión agobian las espaldas de los hombres a cada minuto, causándoles las enfermedades y males, destruyendo sus bienes materiales, riquezas por las que tanto se afanan. Pero sepan todos ahora mismo que solo somos un medio utilizado por Dios para cometer estos hechos, lo que hacemos es cruel, pero es demandado por Dios mismo, es él quien permite estos males. Nosotros causamos males, pero es Dios quien al final toma las vidas humanas y angelicales. Dios da la vida y él mismo la quita.
32. Hace cuanto desea, no hay quien le estorbe, no es corto su brazo, no hay quien le pida cuentas, ni toda la creación unida ni la rebelión completa podríamos siquiera doblarle un dedo de su mano. Y él solo pide que confíen en que lo que está haciendo es bueno. Creer que recompensa y galardona a aquellos que en él esperan un buen resultado de las cosas.
Dios ha determinado todo a través de un plan programado
33. En el vientre de la madre un pulso eléctrico genera la vida después que macho y hembra se han unido, en la mente de Dios está la planificación de cómo será el ser que ha de nacer. De una célula se origina todo, esta se divide y transforma en dos nuevas células, según comienzan a dividirse se ordenan, según su posición en el espacio y tiempo cada célula se especializa, si hay dos células a mi lado conservo mi naturaleza, si la célula junto a mí se transforma, yo lo hago de igual forma como una imitación incompleta. Según la cantidad de líquidos que me entrega me comporto, en mi centro definen el cómo debo comportarme, somos en esencia todas iguales, pero según distemos unas de otras y según nuestra posición recibimos órdenes desde el centro y así nos comportamos. Al unirnos todas creamos los tejidos, órganos, músculos y huesos, el cuerpo completo ya al pasar cerca de trescientos días. Algunas células somos obligadas a adoptar otra naturaleza, por órdenes de Dios luego nos reproduciremos sin respetar los límites dañando a las células compañeras, hay veces que se nos obliga a que penetren en nuestro centro células más pequeñas que

nosotros, penetran nuestra piel y confunden el plan que debemos seguir. Cada evento es controlado por Dios.
34. Al nacer el niño deja el vientre que ha sido su celda, en el cual ha sufrido dolor por la falta de comodidad, los alimentos urticantes que ha consumido su madre le han irritado su piel, ha heredado muchos de los defectos y virtudes que tienen sus padres, como por ejemplo la calvicie, malformaciones, irritabilidad, moral. Es como Dios lo dispuso, los hijos heredan los caracteres de sus padres, físicos e intelectuales.
35. Ya de pequeño debe sufrir su incapacidad de autosatisfacer las múltiples necesidades que Dios le ha impuesto. Debe llorar y gritar por alimento, sueño, aseo y otras atenciones. De adulto no mejora su situación, deberá trabajar, afanarse, en lo posible abusar de sus hermanos para enriquecerse. Con suerte buscará a un Dios que se oculta y que en recompensa le mantendrá miserablemente vivo. Buscará inclinarse ante una piedra o trozo de madera pensando en que ese es el reflejo de un Dios que no puede ni ver ni sentir, en un extraño agradecimiento por Dios mismo programado. Da gracias por vivir una vida miserable, que con resignación acepta pensando en que Dios tiene para él algo mejor.
36. Es el mismo sol que hace crecer la hierba el que termina marchitándola, quemándola.
37. Es la misma agua que quita la sed, la que termina ahogándote, la misma que se lleva los cultivos, la misma que derriba tu hogar.
38. Es el mismo aire que te permite respirar y vivir, el que te mata y oxida tus células haciéndote envejecer.
39. El mismo Dios que te da la vida, también te la quita, y tú hombre, no sabes el porqué.
40. Luego que mueres tu cuerpo se volverá polvo, porque eso es lo que eres. Tu pensamiento se irá a un lugar que tus ojos jamás han visto, a la espera de que Dios te llame a rendir cuentas de algo que él mismo te mandó a hacer. Tus planes y proyectos que tenías en la tierra ya no tendrán sentido ni lugar. En el mundo de los muertos a donde vas te encontrarás con los antiguos, de un lado estarán los que esperan a que Dios los recoja, limpie sus lágrimas, los consuele y les entregue la felicidad, del otro lado están los que no tienen esperanzas en ese Dios, y en un tercer lado, abajo del abismo, están los espíritus poderosos de algunos de los de la rebelión que han sido encarcelados, algunos por haberse hecho hombres y unirse a las mujeres de la tierra, otros por atacar directamente al trono, otros por solo haber pensado acercarse al trono. En el lugar de los muertos, en el lado llamado Paraíso un agua fría recorre el suelo y sirve para refrescar a los que esperan a Dios, pero un fuego consume desde el suelo a los que están del lado de los que desprecian a Dios o lo ignoran, un abismo separa a ambos suelos.
41. En el abismo, en la parte más baja, no hay llamas ni agua, solo hay duda y frustración. Oscuridad total, ni un atisbo de luz.
42. Se habla del día en que alguien bajará al lugar de los muertos a recuperar a muchos, aun a sacar a muchos de las mismas llamas.

43. El lugar de los muertos no está en la tierra, ni en el cielo, ni entre ambos, está muy lejos del trono, al final de lo creado. Pues el cielo es uno, no hay medidas ni espacio, en la tierra todo es ilusión, no hay medidas ni espacio. El lugar de los muertos está al final del tiempo, al principio del tiempo, un lugar recóndito de la mente misma de Dios.
44. Visualizo lo que Dios hace, no ha terminado aun su obra, no ha dicho del séptimo día “Todo ha sido muy bueno”, no ha terminado su creación. Durante su obra el alfarero moldea, modela, retoca y da forma al material, pero no ocupa cada grano de arcilla, unos componen la obra final pasada por fuego, otros granos se tiran a la basura desechados.
45. No, yo no confío en Dios.
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