domingo, 30 de septiembre de 2012

La biblia de Lucifer: Altar de Lucifer

Canto que se escucha de en medio del altar de Lucifer, cuando él se mueve, cuando rodea la tierra moviendo sin cesar su pluma sobre el librito, en su tarea de ángel acusador, en su tarea de observador, y se corrompe cuando ve al hombre, y por causa del hombre se mira a sí mismo inferior.
Único Canto
1. Llamarás hijo al que se esconde tras el muro a la espera de que pase la niña, a la que toma por sus cabellos y le pone una mano sobre la boca, y con la rodilla le golpea y luego le ata, corrompiendo su inocencia le ahorca y le mata. A ése perdónale y llámale hijo.
2. Proyecta sobre mí tu sombra, pues alejaste la luz de mis ojos, mas llenaste de odio mis venas de modo que se envenenó mi corazón. Es la sombra que consume a la luz, pues la luz es insuficiente para cubrir las tinieblas del universo, de modo que por las noches miro al cielo y solo veo oscuridad, y una que otra estrella errante.
3. La tierra me has dado ahora y el cielo por herencia, dirá alguien acaso que no han sido míos, dirá alguien acaso que me los arrebatarán. Porque en la oscuridad habito, a la sombra del árbol que eres tú, pero mis raíces están sobre la tierra y mis ramas alzadas al cielo, y mis semillas por doquier, acaso no es mío el mundo.
4. Que nadie se atreva a dar un paso, pues están listos mi pluma y mi papel, escribiré cuando respiren y cuando caminen, pues respiran maldad y caminan apresurados a hacer el mal, y pondré por escrito que son basura, rebeldes a su creador, y él pondrá abogado para ustedes en contra de mí. Pero no se alegren, pues aunque es Dios que puede engañar, no es Dios que pueda mentir, no levantará falso testimonio ni les defenderá con mentiras, solo puede hablar verdad, he aquí su límite, allí acaba su poder.
5. No se alegren, pues tomó sobre sí consigo todas vuestras culpas, se cargó sobré sus lomos todo vuestro error, pero miren, las culpas siguen ahí y no han desaparecido, amontonadas hasta el cielo están las facturas que emití por su error.
6. Quizás quede ciego y enmudezcan mi voz, quizás el abogado de ustedes ponga venda a sus ojos y cometa en el habla omisión, quizás no escuche mis acusaciones e invalide las otras más, pero preguntaré en el juicio al Dios que no puede mentir : has encontrado, fuera de ti mismo, a alguien que sea justo y perfecto, que haga el bien, aunque sea uno…
*

No hay comentarios:

Publicar un comentario