lunes, 28 de mayo de 2012

Colmillos italianos

Los licántropos son humanoides que pueden transformarse en animales o monstruos híbridos. Los licántropos suelen ocultarse entre la gente normal, saliendo de noche como un animal.
Hombres lobo.
Los hombres-lobo pueden adoptar una forma híbrida, además de la animal. En forma bípeda tiene 6 pies de altura (1.80 m. aproximadamente), un rabo corto y está cubierto de pelaje. Las patas son como las de un lobo, y la cabeza combina rasgos humanos y lupinos en grado que varían de un hombre-lobo a otro.
Rey: Kelemwolf
Reina: --
Príncipe: --
Princesa Maga: Tikal-SilverWolf
Guerreros: Serg
Clérigo: --
Historias de Licántropos en Italia.
Según la creencia popular, los licántropos son aquellos hombres que por causa del "mal de luna", se transforman en lobos, de este modo se oye decir que se nace lobo cuando ha sido concebido durante la noche de San Pablo, de la anunciación o bien cuando se ha nacido en la noche de navidad, a las 12 o bien que uno se puede convertir en lobo por arte de magia.
En años recientes, en Italia, se registraron abundantes casos de licantropía, un hecho bastante singular, ya que en los tiempos modernos parecía sobre todo una enfermedad asiática y africana, individuos primitivos que habitan en países todavía saturados de magia o de supersticiones religiosas en donde se cree en la metempsicosis, es decir, en el paso del alma de un cuerpo humano al de un animal, pueden muy bien en determinadas condiciones mentales llegarse a creer lobos, leopardos, o cualquier fiera, y comportarse como si realmente lo fueran, pero las razones que han hecho posible que se verifiquen casos semejantes en un país como Italia nos son todavía desconocidos, la medicina ignora las verdaderas causas de la licantropía y se limita a confirmar su existencia como producto de los horrores de la guerra, es decir, la insistencia de los horrores y del pánico en ciertos individuos en los que se ha disociado la parte primordialmente humana para dejar paso a manifestaciones tan solo de la parte animal.
En una clarísima noche de mayo de 1950, el filósofo Armando Carlini, salió de la iglesia de la plaza Banamisi en Pisa para volver a su casa, de repente una figura con ademanes simiescos y que gritaba de manera inhumana se le echó encima y le aferró por las solapas de la americana, el profesor Carlini, a pesar de sus 72 años consiguió con un tirón darse a la fuga, en el portal de su casa oyó como los gritos se habían trasformado en un profundo y escalofriante alarido, se pensó en un atentado político (Carlini fue académico de Italia y diputado en la cámara fascista y en las corporaciones), pero a la noche siguiente la misma figura bestial agredió a un camarero del restaurante Neptuno, era un licántropo que durante el día era una persona normal y no conseguía después recordar lo que había pasado.
Poco más tarde fue detenido en Roma, el lobo de Villaborghese, Pascual Rossi, un joven que durante sus ataques poseía una gran fuerza y unas ganas irresistible de correr por la hierba, de escarbar la tierra y morderla histéricamente, después, hacia a finales del mismo año los periódicos de Nápoles y de Roma contaron la conmovedora historia de Yolanda Pascucci, la loba de Posillipo.
Nacida en Roma en 1921, tuvo los primeros síntomas de este fenómeno a los 12 años, durante las noches de luna llena experimentaba un orgasmo que le subía hasta la garganta, mientras la furia le deformaba el rostro y el corazón le latía de una forma cada vez más violenta, con la boca llena de baba y los ojos dilatados, sentía una inmediata necesidad de abundante agua con la que apagaba el fuego infernal y con la que frenaba el grito horrible que le salía de lo más profundo de su ser, con el paso de los años las crisis se fueron espaciando y se atenuaron, la chica curso magisterio y se casó con un músico (con el que tuvo dos hijos guapos y fuertes), el marido no sabía nada pero tres semanas después de la boda, la mujer presintió los síntomas del conocido ataque y con tal de que el marido no pudiera verla en aquel estado se escapó de su casa y no volvió hasta el amanecer, fue necesaria una explicación y esta resulto muy penosa, siguieron algunos años de tratamientos inútiles y de altibajos en las relaciones del matrimonio, al final la mujer se tuvo que ir a Nápoles para esconderse de los conocidos y para estar junto al mar en los momentos críticos, el mar además no estaba tan helado como las fuentes romanas, pero el dinero que le pasaba el marido era escaso, una noche la mujer fue detenida en una sala nocturna y fue sometida al ultraje de una revisión dermosifilopática, después de la cual fue internada en un hospital de incurables, en donde la ataron a la cama en la repetición de un ataque, pero la crisis tuvo lugar igualmente y con la cara contraída y llena de baba emitió unos gritos tan impresionantes que incluso los paralíticos que durante años no abandonaban la cama huyeron de rodilla arrastrándose.
Después de algún tiempo consiguió de todos modos ser puesta en libertad y nació la leyenda de la loba de Posillipo, durante las noches en que la luna llena iluminaba el mar, e invitaba a la pesca, un grito helaba la sangre, se trataba de un grito lacerante y largo que bajando de tono, acababa en una especie de gruñido, los pescadores habían hecho bendecir las olas, llevando un sacerdote hasta el mar, algunas personas vieron como una figura desnuda semejante a una fiera se precipitaba hacia el mar y un pescador que se hallaba en los alrededores sintió en su carne la herida de un fuerte arañazo, finalmente la policía consiguió detener a la mujer que no recordaba nada de esta agresión y que solo sabía que cuando tenia una necesidad urgente de agua fría todo lo que se interponía en su camino era un obstáculo que debería vencer, a la mañana siguiente y durante aquella noche mirándose las uñas llenas de sangre sospechó que había efectuado una agresión pero había preferido no pensar en ello, durante aquellos días llevaba siempre consigo algunos trozos de alcanfor para calmar a su propio corazón, después de tan terrible crisis.
La licantropía no es un enfermedad propia tan solo de los adultos, en febrero de 1951, la policía descubrió la existencia de Rosalva Ghizza, una niña de 4 años que vivía con la madre en una cabaña de adobe en la Virgen del Monte junto a Sabona, Italia, recibió a los agentes de la policía emitiendo aullidos perrunos, he hizo falta una buena dosis de energía para vencer la resistencia de la pequeña licántropa, parece que después se curó, estos tipos de enfermos han sido bastante frecuentes, los últimos casos conocidos han sido uno de Grignano, cerca de Florencia, que agredió a un sacerdote y a una muchacha con un palo y otro de Milán, el del famoso Albino Carilli, que fue considerado durante bastante tiempo jefe de una banda de ladrones y responsable de notables robos en varias joyerías de Milán hasta que fue absuelto por el tribunal, precisamente en los meses que estuvo encarcelado en Lugano, dio algunos signos de licantropía, una noche los carceleros asustados por sus gritos salvajes, lo encontraron acurrucado y encogido en un ángulo de su celda, con las uñas absolutamente incrustadas en la cara, tuvieron que ponerle en una celda aislado y atarlo a la cama, los carceleros dijeron que la crisis coincidía siempre con los cambios de luna y que en aquellos momentos parecía un tigre desencadenado, oyéndose sus gritos por toda la cárcel, luego cuando volvía en sí pedía excusas humildemente.
Hace un tiempo cuando las epidemias de satanismo eran bastante frecuentes y este tipo de enfermos buscaba en los bosques refugio, los campesinos hacían una cuestión de honor el quemarlos vivos ya que estaban convencidos de que eran presas del demonio como consecuencia de algún pecado grave que habían cometido, también afirmaban que el licántropo se curaba dándole de improviso un fuerte golpe sobre la frente cuando estaba en plena crisis con una piedra o con un bastón.
Catalina Sforza, en un cuaderno de recetas aconsejaba atar en la parte interna de la camisa del enfermo una luciérnaga viva, actualmente se recurre al "electroshock" y los fundamentos de este tratamiento son en el fondo, semejantes a los empleados antiguamente, intentan a base de un fuerte trauma precipitar el edificio psíquico interno hasta conseguir una disociación total, esperando que el enfermo al volver de nuevo al estado consciente se reorganice normalmente, queda por establecer la razón por la que emerge este diabólico mal.

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