jueves, 15 de marzo de 2012

CARTA DE R. E. HOWARD A P. S. MILLER

A comienzos del año 1936, dos aficionados a
las historias de Conan -el educador y escritor
de ciencia-ficción P. Schuyler Miller y el químico
doctor John D. Clark- elaboraron un
esquema cronológico de la vida y aventuras
de Conan y dibujaron un mapa del mundo de
la Edad Hiboria a partir de los relatos que
habían aparecido hasta ese momento. Miller
escribió una carta a Howard en la que le
hablaba de los resultados de su investigación.
Howard le contestó, exactamente tres meses
antes de su muerte, con una carta que arroja
una nueva luz sobre lo que él pensaba acerca
de Conan y del ambiente en que se desarrollan
dichos relatos.

Cross Plains, Texas 10 de marzo de 1936
Estimado señor Miller:

Me siento muy honrado de que usted y el
doctor Clark se hayan interesado hasta tal
punto por Conan como para hacer un esque-
ma cronológico de su vida y aventuras y un
mapa sobre los lugares en que vivió.
Tanto uno como otro son asombrosamente
exactos, teniendo en cuenta la imprecisión de
los datos de que ustedes disponían. Tengo
guardado en algún lugar el mapa original -es
decir, el que dibujé cuando comencé a escribir
las aventuras de Conan-, que trataré de
encontrar para que puedan echarle un vistazo.
En él aparecen solamente los países situados
al este de Vilayet y al norte de Kush.
Nunca intenté hacer el mapa de los reinos del
sur y del este, si bien tengo una idea clara de
su geografía.
Sin embargo, cuando escribo acerca de estas
regiones me siento bastante libre, dado
que los habitantes de las tierras hibóreas del
oeste conocían tan poco acerca de los pueblos
del sur y del este como la gente de la
Europa medieval acerca de África y Asia.
Cuando escribo sobre los pueblos hibóreos
me siento encerrado dentro de los límites de
tierras conocidas y de fronteras rígidas, pero
al imaginar y novelar el resto del mundo, me
siento capaz de dejar jugar libremente la
imaginación. Es decir, que al haber aceptado
ciertas ideas acerca de la geografía y de la
etnología, me siento obligado a mantenerlas
a fin de ser coherente. Mis ideas respecto al
este y al sur, en cambio, no están tan definidas
ni son tan arbitrarías.
En lo que se refiere a Kush, sin embargo,
puedo decir que es uno de los reinos negros
del sur de Estigia, el que se encuentra más al
norte y ha dado nombre a toda la costa meridional.
Por tanto, cuando un hiborio habla de
Kush, generalmente no se refiere a ese reino
-uno de los muchos que hay allí- sino a los de
la Costa Negra en general. Y seguramente
llamará kushita a cualquier negro, aunque
sea keshanio, darfario o punti, o propiamente
un kushita. Esto es natural, puesto que los
kushitas fueron los primeros hombres negros
con quienes entraron en contacto los hiborios;
se trataba de piratas de las Islas Barachas,
que sojuzgaron a los kushitas y traficaron
con ellos.
En cuanto al destino final de Conan, debo
decirle francamente que no puedo predecirlo.
Al escribir estas historias, siempre he tenido
la impresión de que estaba haciendo una crónica
de sus aventuras tal como él me las contó
y no de que las estaba creando. Por eso en
ellas se salta de un tema a otro sin seguir un
orden normal. Los aventureros, al contar historias
de su vida salvaje, rara vez siguen un
plan ordenado, sino que narran acontecimientos
muy alejados en el tiempo y el espacio, a
medida que los van recordando.
El esquema hecho por ustedes se adapta
casi perfectamente a su vida tal y como yo la
he imaginado, con pequeñas diferencias. Como
ustedes deducen, Conan tenía unos diecisiete
años cuando se presentó al público por
primera vez en La Torre del Elefante. Aunque
todavía no era un adulto, era más maduro
que la mayoría de los jóvenes civilizados de
aquella época. Conan nació en un campo de
batalla, durante una contienda entre su tribu
y una horda de invasores de Vanir. La región
que el clan de Conan consideraba suya y por
la que ellos merodeaban se encontraba al
noroeste de Cimmeria, pues si bien Conan
descendía de distintos pueblos, era un cimmerio
de pura raza. Su abuelo pertenecía a
una tribu del sur que había huido de su gente
por una contienda racial, y que después de
mucho vagar se refugió finalmente entre los
pueblos del norte. Este abuelo había participado
en su juventud, antes de huir, en numerosas
incursiones contra los pueblos hibóreos,
y tal vez fue lo que le contó a Conan acerca
de aquellas tierras benignas lo que despertó
en éste, siendo niño, el deseo de conocerlas.
Hay muchos aspectos de la vida de Conan
que yo mismo no conozco bien. Por ejemplo,
no sé cuándo vio por primera vez seres civilizados.
Puede haber sido en Venarium o quizá
en una visita pacífica que hizo a alguna ciudad
fronteriza. En Venarium ya era un gran
adversario, aunque sólo contaba con quince
años. Medía más de un metro ochenta de
estatura y pesaba ochenta y dos kilos, aunque
aún seguía creciendo.
Pasó aproximadamente un año desde que
estuvo en Venarium hasta que llegó a Zamora,
la ciudad de ladrones. Durante este tiempo
regresó a las tierras del norte en las que
vivía su tribu e hizo su primer viaje fuera de
las fronteras de Cimmeria. Por extraño que
parezca, se dirigió hacia el norte en lugar de
ir hacia el sur. No sé qué motivos tuvo para
hacerlo, pero estuvo algunos meses viviendo
con una tribu aesir, luchando contra los vanires
y los hiperbóreos; allí surgió un odio por
estos últimos que duró toda su vida y más
tarde influyó en su actitud política como rey
de Aquilonia. Fue capturado por ellos, pero
huyó hacia el sur y llegó a Zamora a tiempo
para aparecer en letras impresas.
No estoy seguro de que las aventuras que
se narran en Villanos en la casa transcurrieran
en Zamora. La presencia de facciones
políticas de oposición parecería indicar lo contrario,
dado que Zamora tenía un régimen de
despotismo absoluto en el que no se toleraban
las opiniones políticas divergentes. Yo
tiendo a pensar que la acción se desarrolló en
una de las pequeñas ciudades-estado que se
encontraban al oeste de Zamora, y a la que
Conan había llegado en su vagabundeo después
de abandonar precisamente Zamora.
Después volvió por un breve período de
tiempo a Cimmeria, e hizo algunos viajes
esporádicos a su tierra natal. El orden cronológico
de sus aventuras se ajusta más o menos
al que ustedes han elaborado, sólo que
abarca un espacio de tiempo más extenso.
Conan tenía unos cuarenta años cuando lo
coronaron rey de Aquilonia, y cuarenta y cuatro
o cuarenta y cinco en la época de La hora
del dragón. Por aquel entonces no tenía ningún
heredero varón porque no se había preocupado
por casarse formalmente con una
mujer a la que convertiría en su reina, y los
hijos de las concubinas, que eran muchos, no
eran reconocidos como herederos al trono.
Creo que Conan fue rey de Aquilonia durante
muchos años, y tuvo un reinado turbulento
y agitado, cuando la civilización hibórea había
alcanzado su máximo esplendor y todos los
reyes tenían ambiciones imperiales. Al princi-
pio luchó a la defensiva, pero creo que al final
se vio obligado a iniciar guerras de agresión
en defensa propia y como medida de protección.
No sé si tuvo éxito y logró conquistar un
gran imperio, o si por el contrario pereció en
el intento.
Conan viajó mucho, no solamente antes de
su reinado, sino también después de subir al
trono. Estuvo en Khitai y en Hirkanio e incluso
viajó a remotas regiones que se encontraban
al norte de Khitai y al sur de Hirkania.
También visitó un continente desconocido del
hemisferio occidental y vagó por las islas adyacentes.
No puedo predecir con exactitud
cuáles de estos viajes serán incluidos en mis
cuentos. Me han parecido muy interesantes
sus observaciones acerca de los hallazgos en
la península de Yamal; es la primera vez que
oigo hablar de ellos. Sin duda alguna Conan
conocía muy de cerca a esas gentes, o al menos
a sus antepasados.
Espero que La Edad Hiboria les parezca interesante.
Adjunto a esta carta una copia del
mapa original.
Es cierto que Napoli ha hecho un buen trabajo
con Conan, aunque a veces tengo la
impresión de que le da un aspecto latino a su
rostro que no concuerda con el tipo de personaje
que yo imagino. Sin embargo, esto no es
motivo suficiente para preocuparse por el
asunto.
Espero que los datos que les mando respondan
satisfactoriamente a sus preguntas.
Estaré encantado de intercambiar ideas acerca
de cualquier otro tema, o de entrar en
detalles acerca de cualquier otro aspecto de
la vida de Conan, o bien de la historia o de la
geografía de Hiboria que a ustedes les interese.
Gracias una vez más por el interés que
han demostrado. Reciba mis mejores saludos
y hágale llegar mis mejores deseos al doctor
Clark.
Cordialmente Robert E. Howard P.S. No me
han dicho si quieren que les devuelva el mapa
y la cronología, por lo que me tomo la
libertad de conservarlos para enseñárselos a
algunos amigos. Si desean que se los envíe,
les ruego me lo hagan saber.

No hay comentarios:

Publicar un comentario